Carta de Agosto

Estoy agradecido a Dios por el gran privilegio de recibir mi credencial como Ingeniero Mecánico. Este registro me permite ejercer actividades relacionadas con la ingeniería en Brasil, además de representar un hito de reconocimiento, responsabilidad y nuevas oportunidades.

A finales de mayo inicié mis clases de verano en el curso de mantenimiento de aeronaves. Fue un tiempo desafiante, pero por la gracia de Dios logré aprobar. Una de las asignaturas fue “Inglés Universitario”, en la cual enfrenté mayores dificultades, ya que nunca había realizado un curso completamente en inglés, y mucho menos redactado ensayos de 6 a 8 páginas sobre temas complejos en ese idioma. Aun así, Dios estuvo conmigo durante todo el proceso, ayudándome a perseverar y a aprender.

Agradecimentos:

• Estoy inmensamente agradecido a Dios por permitirme cumplir un año más de vida.

• Estoy agradecido a MAF y a Dios por todo lo que Él ha provisto a través de esta organización.

• Estoy agradecido por la finalización de las clases de verano con todas las materias aprobadas.

• Por el cuidado del Señor conmigo y con mi familia.

• Estoy agradecido por todos los amigos y familias que me han apoyado en esta nueva etapa.

• Estoy agradecido por el equipo que está trabajando en mi proceso para ir a Ecuador.

Pedidos de Oración: 

• Para que la aviación misionera continúe alcanzando cada vez más vidas y llevando las Buenas Nuevas de Dios.

• Por el proceso de traslado a Ecuador, para que todo ocurra conforme la voluntad de Dios, y por sabiduría y discernimiento mientras vivo solo.

• Para que Dios conceda a mi familia capacidad, entendimiento y energía durante el período de entrenamiento.

• Por claridad y comprensión al iniciar un nuevo semestre en el curso de Mantenimiento de Aeronaves.

Isaías 40:31

Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Muchas cosas han sucedido desde la última actualización que compartí aquí. En abril, tuve la gran alegría de celebrar un año más de vida junto a amigos y familia. Fue un día especial, marcado por alegría, gratitud y comunión al reunir a personas tan queridas.

Queridos amigos,

Con mucha alegría quiero compartir con ustedes lo que Dios ha estado haciendo en mi vida durante estos últimos meses.

A finales de junio recibimos en casa a nuestro amigo Vitor Barbosa. Él es un HM brasileño, pero cuando aún era pequeño se fue con su familia a Guinea-Bisáu. En 2021 regresó a Brasil para estudiar en el seminario Palabra de Vida y, recientemente, pasó un mes en Anápolis para realizar su pasantía. Fue un tiempo muy especial con él en casa, lleno de risas, buenas conversaciones y comunión.

En esas visitas pude reencontrar a mis amigos que viven en los estados de Minas Gerais y São Paulo. En Minas, tuve la alegría de volver a ver a la gente de la foto del medio — varios HMs que ya habían vivido en diferentes partes del mundo. También tuve la alegría de ver a mi amigo Haniel, lo que hizo que ese tiempo fuera aún más especial. Pude conocer un poco la ciudad, visitar la Iglesia Bautista Nueva Vida y además tuve el privilegio de conocer a muchas personas que recibieron a mi hermano y a mí con cariño, como si fuéramos parte de la familia. Y en São Paulo, pude volver a ver a mi amiga Esther, que también es HM, conocer un poco de la cultura coreana y visitar la Iglesia Plena Luz Itapevi, donde sus padres desempeñan el ministerio pastoral.

Poco tiempo después, por primera vez, tuve que despedirme de mi familia. Después de 22 años viviendo juntos, llegó el momento de decir mi primer adiós. Estoy muy agradecido por todo ese tiempo a su lado y confieso que sentí una mezcla de nostalgia y emoción. Al mismo tiempo, confío en que Dios ha guiado cada uno de mis pasos, fortaleciéndome para esta nueva etapa y recordándome que, aun en la distancia, el vínculo y el amor de la familia permanecen. Actualmente, ellos están en Sudáfrica, recibiendo un entrenamiento junto a MAF, junto con otras dos familias latinas.

También en estas vacaciones de verano tuve la oportunidad de recibir en casa a un gran amigo y de visitar a otros amigos que, al igual que yo, son Hijos de Misioneros (HMs) y viven en diferentes estados de Brasil. La mayoría de ellos vivieron fuera del país y comparten un contexto transcultural semejante al mío.